martes, 15 de julio de 2008

¿Crisis? ¿Qué crisis? ¡Más mercado!



“¿En qué te has gastado el sueldo, tunante, que has disparado la inflación?”, le dice un empresario a un mendigo, en una de tantas reveladoras viñetas de El Roto.
Quiénes siguen ganando y quiénes siguen perdiendo con la crisis económica

- Los cinco grandes de la banca aumentan beneficios
- Los jefes de Mapfre suben su sueldo más del 300%
- Aumenta el número de supermillonarios españoles
- A finales de 2008, 90.000 hogares no podrán pagar las hipotecas
- La tasa de paro se acerca a más del 10%
- Las recetas del Gobierno reducirán el gasto social

¿‘Depresión’, ‘descenso acusado’, ‘corrección selectiva’, ‘crisis’...? El presidente José Luis Rodríguez Zapatero daba por terminado el debate sobre qué palabra definía mejor la situación de la economía española, concluyendo que “es un tema opinable si hay o no crisis”. El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, se refería a la coyuntura como “ajuste fuerte”, al mismo tiempo que anunciaba que, “como la fiebre de los niños”, no iba a afectar demasiado al primer banco español y al cuarto de Occidente.

Botín se vanagloriaba de que su grupo sería capaz, incluso, de “aprovechar las oportunidades para crecer” que generaba el contexto económico y que ganaría 10.000 millones de euros en 2008. La crisis tampoco parece afectar hasta ahora a los españoles que tienen más de un millón de euros, que crecieron el año pasado un 4%, hasta situarse en los 164.000, según un informe de Merrill Lynch.

Pese a la situación de alarma económica, los ‘cinco magníficos’ de la banca española –Santander, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y Popular– aumentaron sus beneficios en un 14% en el primer trimestre de 2008 con respecto al mismo período de 2007. Aunque el margen de ganancias ha descendido con respecto a los años dorados, no parece que por ahora las grandes torres de la ciudad deportiva del Real Madrid, símbolo supremo de aquellos años, se vayan a utilizar como plataforma de lanzamiento en caída libre para los altos ejecutivos del top ten empresarial.

Frente a los discursos de contención salarial, emitidos desde el Gobierno y el Banco de España, sólo diez empresas del Ibex-35 redujeron los salarios de sus altos mandos en 2007, mientras que 18 los subieron por encima de la inflación. Los ejecutivos se han mostrado previsores frente al panorama de incertidumbre que se avecina.

Los casos más espectaculares de aumentos de sueldo corresponden a Mapfre y Acerinox, cuyos jefes vieron aumentar sus salarios el 356% y el 236% respectivamente en 2007. Igual de previsores fueron los altos ejecutivos cuyos puestos estaban en peligro por diversas operaciones de fusión y cambios en el accionariado. Éste es el caso del presidente de Iberdrola, ante la amenaza de compra por parte de EDF; el del presidente de la inmobiliaria Sacyr o el ex presidente de Endesa, Pizarro, que logró una indemnización millonaria por su salida de la eléctrica.

Las subidas también afectaron a las empresas en serios problemas: uno de los casos más paradigmáticos es el de la inmobiliaria Colonial, que frente a una gravísima situación financiera pagó a su Consejo de Administración 6,2 millones de euros en 2007, lo que suponía una subida del 269% respecto al año anterior, según el diario El Economista.

Cuarteles de invierno

El crack inmobiliario ya ha afectado a numerosas pequeñas y medianas empresas relacionadas con la construcción, muchas de las cuales han tenido que cerrar. Pero parece que los gigantes inmobiliarios han sabido sortear hasta el momento las peores consecuencias de la crisis.

Desde 2005, las principales empresas del sector –ACS, Ferrovial, Acciona, Sacyr Vallehermoso y OHL– se preparaban para pasar resguardados el inminente invierno económico. En los dos últimos años del boom inmobiliario las grandes constructoras desembarcaron en las principales compañías energéticas españolas: ACS se convirtió en el primer accionista de Iberdrola y Unión Fenosa; Acciona pasó a controlar el 25% de Endesa, y Sacyr adquirió el 20% de Repsol-YPF. Por poner dos ejemplos, ACS percibió 403 millones de euros en los seis primeros meses de año por sus participaciones en Abertis, Fenosa e Iberdrola, y Acciona cobró 405 millones por Endesa.

Además del control del suculento negocio energético, las grandes constructoras, que en 2006 crecieron un 134%, se lanzaron a otros negocios como son las infraestructuras –aeropuertos, autopistas, etc.– y sobre todo a los mercados de Europa del Este, América Latina y EE UU. Y no sólo las constructoras: el 33% de los beneficios del Santander en el primer trimestre de 2008 proviene de América Latina.

Un informe del Banco de España de finales de 2007 hablaba de una “moderada, pero progresiva, desaceleración de la actividad productiva”, pero añade que esa tendencia se está contrarrestando con una menor contratación laboral, aparte de los buenos resultados que propician las ventas en un mercado globalizado. Como decía Zapatero, “es opinable si hay crisis”, especialmente según a quién se le pregunte.

“¿En qué te has gastado el sueldo, tunante, que has disparado la inflación?”, le dice un empresario a un mendigo, en una de tantas reveladoras viñetas de El Roto. Es obvio a quién perjudica más la crisis, pero no tanto cuáles son sus causas, y menos aún si son coyunturales o de fondo. El mes pasado la inflación conjunta de los países de la zona euro alcanzó un récord histórico del 4%, el doble de lo fijado por el BCE. Según un estudio de asociaciones de consumidores presentado a finales de junio, la diferencia entre el precio de origen y destino de los alimentos se ha multiplicado por cuatro.

En junio el Euribor se colocó en un máximo histórico mensual del 5,361% desde su creación en 2000, aumentando en 77 euros mensuales el precio de una hipoteca media. Según la Asociación Hipotecaria Española, a finales de 2008 la morosidad será del 2% y unos 90.000 hogares no podrán pagar las hipotecas. La tasa de endeudamiento familiar es altísima : en Andalucía, la ciudadanía debe dos euros al banco por cada euro que tiene ahorrado.

Según datos de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) la tasa de paro ascenderá del actual 9,23 % al 12,5% en 2009. El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, predijo un menor crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social debido a la crisis y aprovechó la coyuntura para instar a las clases trabajadoras a agotar su vida laboral en los 65 años para mantener el actual sistema de pensiones.

Desiderio Martín, del sindicato CGT, rechaza “que la crisis de modelo global existente la tengan que pagar los de siempre”. Insiste en que “la situación actual es consecuencia del ciclo expansivo anterior, basado en el crecimiento especulativo del ladrillo y los servicios; la sobreexplotación de la mano de obra, especialmente inmigrante; un sistema de relaciones laborales donde los derechos laborales han sido anulados y unos sistemas públicos, de la vivienda hasta la sanidad pasando por la educación, la energía y el transporte, entregados al libre mercado y la libre competencia”.

Varias voces señalan que la bonanza económica anterior no fue tal para las clases trabajadoras. Según Walter Actis, del colectivo Ioé, autor del Barómetro Social de España 1994-2006, en pleno ciclo expansivo “el salario anual medio disminuyó en un 2,4% en términos reales. Hoy, en plena crisis, la inflación aumenta a mayor ritmo y los think tank liberales vuelven con la cantinela de moderación salarial. Por lo tanto, es de prever una caída de los salarios reales, si las luchas sociales no lo impiden”.

De hecho, el Banco de España ya ha recomendado al ejecutivo que los modere. Según Juan Torres, catedrático de economía aplicada en la Universidad de Málaga, el Estado español ha sido “el único de la OCDE donde los salarios han disminuido en términos reales en los últimos años”. Así, el BE aprovecha la crisis para “rentabilizar los recursos financieros que ahora están en manos del sector público. Eso es lo único que hay detrás de la reforma de las pensiones que reclaman”.

Sin embargo, no habla “de la especulación que está produciendo la inestabilidad y que los reguladores han permitido e incluso estimulado, ni del crecimiento de la masa monetaria generado por los grandes bancos centrales para salvar a los privados y que no puede sino generar la inflación que dicen que quieren combatir”.

Actis augura que “el parón de la construcción y sus efectos colaterales incrementarán el desempleo”. Esto “disminuirá la masa salarial, lo que disminuirá el consumo, y planteará el problema de los límites de las prestaciones del paro para cubrir las necesidades de los parados”. Asimismo, producirá “un aumento de oferta de trabajo muy precaria (parados sin prestaciones, jóvenes sin trabajo ni formación, inmigrantes con red social débil), presiones a la baja de las condiciones laborales y ‘oportunidades’ para un incremento del empleo sumergido, sin condiciones ni garantías”.

Ello, sumado a “las debilidades de las prestaciones sociales destinadas a la infancia y grupos familiares, añadirá presiones a las mujeres con ‘responsabilidades familiares’ que no podrán derivarse como hasta ahora hacia el trabajo doméstico y de cuidados”.

Y para postre, el Gobierno “se apoya en la recesión para colocarnos como salvadora una estrategia que sitúa la liberalización de servicios como generadora de competencia y mayor calidad en beneficio del usuario. ¿Quizás como nos hemos beneficiado en el sector de la electricidad y la telefonía?”, ironiza Actis. Martín aclara que “la liberalización del sector energético español supondrá más despidos (Gas Natural despedirá a 600 personas y reubicará a 1.400 de una plantilla de 3.800) y encarecerá la tarifa eléctrica de 14 millones de personas en un 9%”.

Diagonal

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